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| Ediciòn argentina de Asesinos (Killers) editada en 1983. |
Iron Maiden, lanza el 2 de Febrero de 1981, un álbum emblemático como Killers que los posiciona de manera inmejorable. Después del sorpendente debut del año anterior, la mano del inefable Martin Birch tras la consola les dá un salto cualitativo importante y gracias a una serie de canciones arrasadoras, sin dudas este álbum termina transformandose en un clásico definitivo. No son pocos los que aún lo consideran el mejor disco de la historia de la Doncella.
Además es en este disco donde se empieza aplasmar ese sonido de violas que identificarían a Iron Maiden, donde Dave y el novato (?) Adrian Smith desplegan las melodías que desde entonces serían una especie de carta credencial de la banda.
Desde la épica The Ides Of March, ese himno llamado Wrathchild, y una cantidad de gemas como Killers, Murders in The Rue Morgue, Innocent Exile, la complejidad de Genghis Khan, o la furia de Drifter.
Un disco perfecto por donde se lo mire, que además significaría la despedida de Paul Dianno cuya voz es sin dudas, uno de los puntos altos e indentificatorios de la placa. Lamentablemente el bueno de Paul jamás, desde entonces, volvería a encontrar la horma de su zapato, salvo los buenos intentos plasmados con el efímero Battlezone, deambulando desde entonces a la sombra del estigma de la Doncella, del que jamás pudo despegarse.
Otro que se reafirma deslumbrando es el recordado Clive Burr, otro "Prodigal Son" (?) quién también se posicionaba como un verdadero coloso de los parches. Por otra parte, ya en ese momento, Harris se encaminaba a encandilar como instrumentista y compositor.
Que hoy cumpla 34 años no significa que haya perdido ni un ápice de su frescura y originalidad.
Cuando hablamos del metal de la vieja escuela, este sin dudas, es uno de esos pergaminos a los que debemos recurrir para saber de que se trata.
Encima...lo mejor estaba por venir...pero eso es otra historia
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