Queensrÿche alcanzó su pico comercial en 1990 con el lanzamiento de su placa Empire, que en el día de hoy celebra el aniversario 28 de su aparición.
Si bien la banda de Seattle, había dejado la vara muy alta con su disco anterior, Operation Mincrime, quizás el cénit de su discografía, es en este cuarto álbum cuando la banda alcanza el triple platino en ventas y recibe una nominación al Grammy por Silent Lucidity, que es la canción que los pone en la consideración masiva. Pocos álbumes de Metal han excedido los límites del género, alcanzando, al mismo tiempo, un éxito masivo y una calidad musical singular. Empire es un buen ejemplo de esto último
A veces, en lo personal, me cuesta entender como una banda con unn potencial increíble como Queensryche, haya hecho todo en apenas diez años, y a partir de 1993/94, después de la edición de Promised Land, haya caído en una debacle compositiva tan notoria. Sin dudas la partida de Chris De Garmo ha sido el factor fundamental de esta merma artística y que no permitió a la banda volver a recuperar el nivel de sus primeros discos.
Los 90’s los encontraría sin el sostén compositivo en el cual Geof Tate se apoyaba para crear en aquellos primeros tiempos, y el querer incursionar por los sonidos que predominaban en esa década, mayormente de manera más que discreta, fueron haciendo de una banda distinta, una del montón, casi como que no se tratara de las mismas mentes privilegiadas de The Warning, Rage For Order y Operation...
De la mano del productor Peter Collins, intentan en este disco amalgamar el tinte progresivo que Queensryche venía conservando con el hard rock más comercial y vaya que lo logran. Temas como Best I Can, Jet City Woman, Another Rainy Night, Della Brown, Hand On Heart, o Anybody Listening?, son una clara muestra de esa diversidad. Musicalmente, "Empire" resulta ser brillante. Las guitarras de Chris DeGarmo y Michael Wilton combinan las melodías clásicas de Heavy Metal con líneas rítmicas llenas de semitonos, arreglos hipnóticos, pasajes acústicos y solos plagados de una sonoridad expresiva por demás. Estamos ante un disco perfecto ?...podría asegurar sin dudas que sí, pero es inevitable la comparación con su predecesor. Claramente es un disco distinto, pero no por eso menos grandilocuente para la historia de la banda. Casi un epitafio para una carrera de cuarenta años y que agotó su capacidad de asombro apenas pasados los diez.
Hoy, mientras Tate intenta recuperar parte de esta magia con su propia banda Geoff Tate's Operation: Mindcrime, sus ex compañeros mantienen el nombre original, con el clon de Geoff, Todd La Torre como cantante. Parafraseando a Aristóteles (?), claramente, la sumas de estas partes, está lejos de ese todo que significó aquella primera versión de Queensryche, que empezaba a despedirse de sus musas mas lucidas, con la edición de Empire
Eddie Jackson - Chris De Garmo - Geof Tate - Scott Rockenfield - Michael Wilton - |
Muy buena reseña de esta joya musical
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