martes, 28 de octubre de 2014

Fichero Personal De Mi Colección de Vinilos del Metal

Allá en los albores de los 80´s, cuando de todas la maneras posibles, lo único que me interesaba era conseguir discos, tal como lo he comentado en varios posts anteriores, la cita obligada era , sin dudas el Parque Rivadavia.
Después con el tiempo, comenzaron a editarse algunos discos y bandas como Iron Maiden, Judas Priest, en menor medida Saxon, Def Leppard, Tyger Os Pan Tang, Picture, Heavy Pettin, y algunas sorpresas como Bronz, Honeymoon Suite, Fortune, ya dentro de la vertiente más AOR, empezaron a ver la luz mediante ediciones nacionales, por lo general de bastante baja calidad.
















Sin embargo no es el vinilo ó el cassette propiamente dichos lo que nos ocupa en este posteo, sino el fichero personal de mis discos que decidí crear a partir de que mi batea comenzaba a poblarse.
Todos los cartones tienen como referencia únicamente a vinilos adquiridos en su momento.
Nombre de la banda, título del disco, tracklist, integrantes, y algunos datos adicionales formaban parte de cada uno de ellos. A años luz de Internet ó de publicaciones que pudieran informarnos con cierta veracidad, bien valía la pena mantener un orden.









Una vieja máquina de escribir Olivetti, fue mi fiel redactora de muchos ficheros que en aquel momento no eran más que motivo de orgullo a medida que mi colección de agrandaba.
Hoy en día, la colección abarca más de 4000 discos en diversos formatos, pero allá por 1985, cuando esta idea comenzó a tomar forma, lógicamente eran muchísimos menos.


En su momento, pensé que por cada disco que llegara a mis manos, un nuevo cartón habría de crear, pero todo lo que uno comienza con cierto entusiasmo, al tiempo el mismo decae y termina por dejar de lado algo a lo que supo dedicar cierto tiempo.
Dejo las imágenes de algunos de esos archivos para compartir y en cierta manera añorar algunas de las cosas que el tiempo y la tecnología nos obligó a dejar de lado.




Queda claro que lo expuesto aquí no era más un parte de esa pasión que únicamente tenemos aquellos que escuchamos Heavy Metal. Sostengo contra capa y espada que el metalero es el único que ama su música más allá de la moda y el tiempo,  tanto que discos con más de 30 años de edición, siguen siendo parte de su vida y lo seguirá siendo por siempre.

lunes, 27 de octubre de 2014

Riot V - Unleash The Fire - (2014) -

Riot V - Unleash The Fire - (2014)
Inmortal Soul (2011), fue sin dudas el perfecto epitafio para la carrera de Mark Reale, un músico al que una vez que dejara este mundo se le empezaron a reconocer méritos masivamente.
Riot ses una de esas bandas que han marcado a muchos, en especial en dos etapas distintas. La primera época (1977-1984), siendo oriundos de New York, no tenía nada que envidiarle a aquella primera camada de la NWOBHM. Discos como Narita, Fire Down Under y Restless Breed, son citas inequívocas para todo metalero que se precie de tal.
Luego de un tiempo en la nebulosa y ya para 1988, con el lanzamiento de Thundersteel,  se ponen a la altura de Heloween y su mítica saga de los Keeper Of The Seven Keys, en lo que a power metal se refiere. 
Para el disco siguiente redoblan la apuesta y The Privilage Of Power se transforma el uno de los mejores discos de su carrera. Los años subsiguientes, cambios de integrantes, falta de reconocimiento, derivaron en cierta inestabilidad musical, que tuvo su mejor momento con la publicación de The Brethren Of The Long House . 
Hoy, tres años más tarde de aquél póstumo trabajo de Reale, el guitarrista Mike Flyntz y el bajista Don Van Stavern, compañeros de ruta de Mark durante muchos años, deciden volver a los estudios, pero esta vez como Riot V, pero continuando la senda que el otrora líder dejara inconclusa al momento de su partida. 
Con Todd Michael Hall, haciendose cargo del micrófono en lugar de otro histórico como Tony Moore, Nick Lee en guitarra y el sorpendente Frank Gilchriest que arrasa con todo lo que baquetea tras los parches, demostrandose como una verdadera sopresa.
Si este intento de reflotar la mística Riot es un homenaje a su historia, el amigo Mark Reale ,dondequiera que esté,  habra bajado su bendición porque Unleash The Fire, no hace más que pender una de las cocardas más brillantes.
El album en sí no es más que una andanada furiosa de canciones, que si no te estremece, es sencillamente porque estás muerto. 
Sobran los guiños a aquella gema llamada Thundrsteel, donde Todd Michael Hall no disimula su intento de sonar como Mike DiMeo ó el mismo Tony Moore a la hora de los agudos. Incluso cuando los decibeles bajaban llegó a recordarme al malogrado Rhett Forrester. 
Por otra parte Flyntz se anima a calzarse los zapatos de Reale con una dignidad a toda prueba, lo que eleva el nivel del disco sobre manera. Las melodías, contrapuntos, los solos, son escencialmente el adn de lo que Riot fué cuando Mark manejaba los hilos de la banda. Visto el resultado final nadie podría señalar a Flyntz como un mero oportunista, sinó un dignísimo discípulo del desaparecido líder de Riot. Nick Lee, como segunda guitarra, se destaca como un idóneo ladero en las seis cuerdas.
Un compendio de canciones sin desperdicio hacen, a mi juicio de este Unleash The Fire EL disco del 2014. El arranque con Ride Hard, Live Free, pasando por Bring The Hammer Down, 100% Judas Priest Painkiller era, la penetrante Kill to Survive, Fall From The Sky y Metal Warrior que bien pudieron haber sido extraídas de Thundersteel, ó Land Of The Rising Sun descendiente directa de Narita y Shine On, dos viejos clásicos de la banda, se destacan en una amalgama de sonidos sin fisuras que en los medios tiempos Inmortal y Untill We Meet Again son la ofrenda al mentor y guía de Riot.
Esta reencarnación de Riot, hoy rebautizada como Riot V, cumple con creces en la intención de continuar el camino iniciado hace más de 35 años. En lo personal, decreto a Unleash The Fire como EL DISCO DEL AÑO. En un 2014 que alumbró algunas placas dignas a hacerse cargo del escalón más alto del púlpito metalero, los herederos de Mark Reale enaltecen su historia y mantienen en alto las banderas del genero. 10/10.


Riot 2014 - Frank Gilchriest - Nick Lee - Todd Michael Hall - Don Van Stavern - Mike Flyntz - 


Unleash The Fire Track List:

  1 - Ride Hard Live Free
  2 - Metal Warrior
  3 - Fall From The Sky
  4 - Bring The Hammer Down
  5 - Unleash The Fire
  6 - Land Of The Rising Sun
  7 - Kill To Survive
  8 - Return Of The Outlaw
  9 - Inmortal
10 - Take Me Back
11 - Fight Fight Fight
12 - Untill We Meet Again
13 - Thundersteel (Live)  (*)  Bonus track on limited edition CD digipack and LP versions

Todd Michael Hall - (Vocals)
Mike Flyntz - (Guitars)
Nick Lee - (Guitars)
Don Van Stavern (Bass)
Frank Gilchriest (Drums)

jueves, 23 de octubre de 2014

Allen &Lande : The Great Divide - 2014 -


En lo que va del año y a pesar de escuchar más de una decena de estrenos (que tampoco es tanto, convengamos), dos veces sentí la sensación de expresar al terminar la primera escucha, "sin dudas uno de los discos de año". La primera fue con Redeemer Of Souls de Judas Priest, la otra es el disco que nos ocupa.
La pareja de vocalistas vienen editando desde hace diez años , placas adentradas en lo que podríamos encuadrar en heavy metal clásico, con infinidad de guiños a lo que fue la década gloriosa de los 80´s.
Aquel debut sublime de 2005 llamado The Battle fue sin dudas un gran disco, que lamentablemente no tuvo la trascendencia merecida, más allá de la excelente repercusión a nivel críticas.
Las dos placas subsiguientes The Revenge (2007) y The Showdown (2010), más allá del buen nivel, no habían podido alcanzar la excelencia del, y muchas eran las expectativas para The Great Divide.
Este 2014 los encuentra en una forma inmejorable tanto a Russell como a Jorn y sin dudas son de los pocos que puede aspirar a ese púlpito que delegó un tal Ronnie James Dio.
Ya sin Magnus Karlson, factótum de los discos previos, es Timo Tolki quién llega haciéndose cargo de todos los instrumentos y la producción, esta vez los teclados, por ejemplo dejan de lado la grandilocuencia para darle absoluta preponderancia a las guitarras y quizás está la primer diferencia con sus predecesores.
Con la melodía como premisa la ganchera inicial Come And Dream With Me,  canciones como In The Hands Of Time que nos recuerdan aquella primera mitad de los 90´s cuando Stratovarius nos daba lo mejor de su cocecha, o Lady Of Winter que es la  escencia del Sabbath de Dio, abren el abanico del influjo ochentoso. Tampoco se olvidan los pequeñas señales a sus propias bandas madres, como con Bittersweet balada épica que bien podría ser parte de Symphony X. Por su parte la portentosa Down From The Mountain desde la furia del riff, nos lleva al Judas de Painkiller, tanto como Hymn To The Fallen declara el más puro ADN Whitesnake.
Como era de esperar ambos cantantes se sacan chispas, y como de costumbre mantienen el nivel superlativo al que nos tienen acostumbrados. Cierra las filas el baterista Jami Houvinen .
Quién suscribe nació y se educó, musicalmente en aquellos dorados ochenta, y esta ofrenda a esos días, es un tributo más que elegante y nos impulsa a recordar parte de los orígenes que alimentaron nuestra cultura musical. 9/10.

Russell Allen & Jorn Lande : The Great Divide (2014) -:
  1. Come dream with me
  2. Down from the mountain
  3. In the hands of time
  4. Solid ground
  5. Lady of winter
  6. Dream about tomorrow
  7. Hymn to the fallen
  8. The great divide
  9. Reaching for the stars
  10. Bittersweet
Jorn Lande - Russell Allen (Vocals)
Timo Tolki (Guitars - Bass - Keyboards and Production)
Jami Houvinen (Drums)

martes, 21 de octubre de 2014

Vinilos De Mi Colección Personal - Parte 2 -

Desde el preciso momento en el que uno toma noción que esta es la música que elige para que lo acompañe toda la vida, procura obtener esos discos que serán parte de este largo camino.
Allá por los 80´s , cuando comenzó el auge del metal, nuestro país no se caracterizaba por editar demasiado, con la excepción de esos clásicos llamados Deep Purple, Led Zeppelin, y en menor medida Aerosmith y Rush.

Una vez entrados en el primer lustro de aquella década, casi en forma de estampida tuvimos la chance de obtener algunos de los discos que habían visto la luz en otros sectores del globo.
Iron Maiden, Queensryche, WASP, Whitesnake, Motley Crue, el resto de los discos de AC/DC, previo a Highway To Hell,  y algunas bandas ignotas para muchos tales los casos de Helix, Honeymoon Suite, Fortune, Krokus, entre otras.
Después con el tiempo comenzaron a actualizar la discografía de Saxon y Judas Priest por nombrar a dos de los referentes del genero.



En este primer posteo vemos las ediciones nacionales de The Last Comand de WASP, The Warning de Queensryche y Killers, aquél inolvidable segundo disco de la Doncella, que llegó a nuestra tierra allá por fines de 1983 y el impactante Headhunter de los suizos Krokus.
Uno de los detalles que demostraban la precariedad de las ediciones eran las pobrísimas gráficas de las portadas, por lo general con las canciones en español, generalmente mal traducidas y las contratapas en un horripilante blanco y negro.
Ni que hablar de la info de los discos, pero eso , llegado el caso, era lo de menos. Lo que nosotros queríamos era escuchar !!!!!



Ver estos discos me retrotrae a una escena inolvidable que es aquella que por lo general sucedía los domingos por la mañana cuando la avidez musical nos llevaba cual zombies al Parque Rivadavia.
Dejar los cassettes vírgenes de una semana a la otra (y rogando que no llueva) suena a prehistoria si lo comparamos al sencillo doble click que nos entrega hoy día la música, las imágenes y tantas otras.
He aquí una primera parte de mis viejos vinilos, que ya no giran, pero forman parte de una invalorable colección y sobre todo de un gran sentimiento.


viernes, 17 de octubre de 2014

Randy Rhoads -El Show Que Nunca Fué - 20 de Marzo de 1982 -



Ozzy & Randy , partes de una historia irrepetible
No vamos a descubrir ahora que clase de guitarrista fue Randy y lo que significó para el genero cuando saltó a la consideración mundial de la mano de Ozzy Osbourne, más allá de su paso por Quiet Riot en los albores de .la historia de la banda de Kevin DuBrow
Dificilmente un artista con tan poco recorrido alcance el status de mito que Rhoads obtuvo con apenas dos discos editados junto al benemérito "madman".
Sin dudas aquel segundo disco Diary Of a Madman estaba, en cierta forma resucitando al carrera del ex Black Sabbath y mucho tenía que ver este guitarrista de apenas 25 años que había llegado para encarrilar la carrera del cantante.
Estaban en plena gira de presentación del disco cuando en Marzo de 1982, la tragedia golpeó la puerta de Ozzy y en aquél estúpido accidente se apagó la vida de Randy junto a la de Andrew Aycock, y Rachel Youngblood, chofer y maquilladora de la banda.
La noche anterior, Jueves 18 de Marzo se habían presentado en el Knoxville Center Coliseum y nada hacía preveer que sería el último show de esta pareja emblemática del hard y el heavy metal. La fecha siguiente, Sábado 20 debían presentarse en el Rock Super Bowl XIV, junto a Foreigner.
Hoy evocamos ese show que jamás llegó a realizarse por obra y gracia de una fatalidad tan inesperada como evitable.
El tiempo elevó el mito de un músico incomparable de un talento inusual que nos dejó con ganas de mucho más desde el prodigio de sus seis cuerdas.