Nacidos a la sombra de Rush, dada
su condición de trío canadiense, Triumph bregó durante gran parte de la década
del 70 por hacerse un lugar en el espectro del hard rock.
Después de una serie de discos
por demás interesantes, es en 1981 con el estupendo Allied Forces que comienzan
a expandir el horizonte del reconocimiento que refuerzan con la edición de
Never Surrender dos años más tarde.
Para ese momento, empezaron a
codearse con algunos de los grandes formando parte de la grilla del U.S. Metal
Festival en el 83 junto a Motley Crue, Quiet Riot, Judas Priest, Ozzy, Van
Halen y Scorpions, donde sorpendieron a propios y extraños.
Todo parecía encaminado, y para
1984, más precisamente un 10 de Noviembre como hoy, lanzan el que sería su
séptimo disco, Thunder Seven.
Virando el sonido hacia un AOR
pesado, por llamarlo de alguna manera, todo el plástico es un derroche de buen
gusto y arreglos plagados de sutilezas, en especial a la hora de los arreglos
vocales, lo que es evidente en esas perlitas Time Canon y Killing Time.
Y cuando de un enfoque más AOR,
apunto a los estribillos irresistibles de canciones como Spellbound, la
fabulosa Follow Your Heart, Rock Out Roll On o Strange In A Strange Land. Se
lleva las palmas Emmett que una vez más hace gala de una garganta priviliegiada
que en aquel mediado de década estaba, sin dudas en su mejor momento, como lo
demuestra en la Zepelinezca Cool Down, y a la hora de empuñar una guitarra no
tenía nada que envidiar a ninguna pseudo estrella del encordado, muy en boga en
aquél momento, lo que queda demostrado en el track que cierra el disco Little Boy
Blues. Gil Moore en bata y voz y Mike Levine a cargo del bajo y los teclados,
cierran filas de gran forma.
La muñeca de Eddie Kramer a la
hora de producir le da un plus que lo musical no necesitaba, pero que a la hora
del balance final, eleva un poco más la estatura del disco.
Desafortunadamente, y con la
crítica de su lado, las ventas no ayudaron y a pesar de los dignísismos
intentos posteriores, la carrera de Triumph comenzaría un lento descenso, de
que no volverían a emerger, al menos con las fuerzas necesarias com para
reposicionarse.
Hoy Thunder Seven cumple 36.
Sigue sonando tan fresco como en aquél lejano 1984.
Gil Moore - Rik Emmett - Michael Levine - |
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