Kansas: The Prelude Implicit - (2016) - |
Más de 40 años de carrera, una treintena
de discos editados, entre originales, vivos y recopilaciones, hacen de esta banda,
sin dudas una leyenda de la historia del rock.
Kansas supo, en especial en los 70,
tornarse en una banda de culto, gracias a discos como Leftoverture, Point Of
Know Return o el emblemático Two For The Show, que han sido sin duda una una profunda
fuente inspiración desde donde toda la prole progresiva que supo reinventar el género
en los 90, y de la cual gente como Dream Theater, Symphony X, Fates Warning, se han alimentado a la hora de crear.
Y hoy, 16 años más tarde de su último
registro, Somewhere To Elswhere, regresan con este increíble The Prelude
Implicit, donde la impronta progresiva brilla de manera prodigiosa.
Esta vuelta tenía aparejada, al menos para
quienes seguimos a la banda desde antaño, la incertidumbre que significaba
tener que reemplazar al histórico Steve Walsh, que allá por Junio de 2014, decidió abandonar el barco definitivamente y cuya voz era un elemento
distintivo de Kansas, dejando un par de zapatos que no serían sencillos de calzar.
El elegido para semejante desafío fue Ronnie
Platt, que provenía de una banda menor como Shooting Star y quién como primer
punto a favor, más allá de su talento, lejos está de ser un clon de Walsh que
era algo que al menos en lo personal, quién suscribe temía, dadas las experiencias
de Queenrsyche con Ted La Torre o los mismísimos Journey con Arnel Pineda. Por otra parte este nuevo engranaje trajo
aparejado los ingresos del guitarrista Zak Rizvi, quién ya había colaborado con la
banda anteriormente y que tampoco la tenía fácil al tomar el lugar de otro
histórico como Kerry Livgren. Para los teclados, Billy Greer se trae a su
compañero de Seventh Key, David Manion, con quién junto a los históricos Phil
Ehart , Rich Williams y David Ragsdale, cierran filas en esta reencarnación de
Kansas, que por primera vez tiene siete integrantes.
En lo personal las expectativas ante este
regreso eran muchas. Uno había crecido con su música y el legado era demasiado
sólido como para llevarme una decepción, sobretodo después de aquella noche inolvidable de Septiembre de 2009, cuando llegaron por primera y única vez a la Argentina.
El arranque con With This Heart es una
especie de elegante bosquejo de lo que vendría. Un medio tiempo, por demás
elegante donde Platt suena un tanto a Tommy Shaw y la estructura de la melodía
tiene un cierto resabio al Sing For The Day de Styx, del maravilloso Pieces Of
Eight de 1979. Ya para Visbility Zero llega el primer
guiño al pasado, donde el violín de Ragsdale marca el camino, llevando las
riendas de la canción. Un entramado setentoso por donde se lo mire, como para
dejar en claro de dónde vienen, pero también hacia donde van y a que apuntan en
esta nueva etapa y es en The Voyage Of Eight Eighteen , hija directa de Journey from Mariabronn, donde la banda lo
deja más que claro . Poco más de ocho minutos de deleite progresivo, donde
guitarras, violín y teclados se entrelazan batallando con atípica
delicadeza.
Tampoco dejan de lado el coqueteo con la
arista más pesada de la banda y que otrora fuera otra marca indeleble en el pasado.
Canciones como Camouflage, Crowed Isolation o Rhythm Of The Spirit, suenan
densas, pesadas y pulcras a la vez y es donde la base de Ehart/Greer sostienen las armonías con envidiable firmeza.
A lo largo del disco, hay dos factores que
lo elevan a otra dimensión. Uno es la absoluta preponderancia de David
Rasgsdale, quién desde el prodigio de su violín marca el camino en cada surco
de The Prelude Implicit y por otra parte David Platt quién evidentemente ha
sido el mayor acierto de esta nueva etapa, brillando cual diamante en bruto, y
dejando en claro que ese espacio tan difícil de ocupar, está a buen resguardo.
El botón de esta muestra es la hermosa The Unsung Heroes, ese medio tiempo
bluseado, o en Refugee, donde arropado por la guitarra acústica y el violín
desgrana su inmensa aptitud como cantante.
Summer muestra el momento más comercial si
se quiere con esa intro absolutamente identificatoria del sonido de Kansas con
el violín al frente marcando el paso y a lo largo de toda la canción el aroma
setentoso fluye de manera instantánea, desembocando en un estribillo ganchero y pegadizo. Aquí es Billy Greer quién se hace cargo
de la voz cantante de manera airosa.
Sección 60' es el final de la placa desde
un instrumental bautizado con el nombre con el que se llama al Cementerio
Nacional de Arlington, donde yacen veteranos de todas las guerras, desde la
Guerra de Independencia de los Estados Unidos hasta las acciones militares en
Afganistán e Irak. Una vez más es el violín de Ragsdale que nos adentra a la melancolía
hecha música.
A esta altura hay un sentido musical que
lejos de dormirse en los laureles de un prestigioso pasado, y con apenas dos de
sus miembros originales presentes, es que Kansas toma el riesgo de reinventarse,
aggionarse, y ofrecer un producto de excelsa calidad que se alimenta y potencia
gracias a una magnífica producción a cargo de los propios Rizvi, Ehart y Williams. Podríamos catalogarla
de perfección sonora y no estaríamos errados en absoluto.
Hay dos covers incluídos en la
versión “deluxe”, Home On The Range , y
el instrumental Oh Shenandoah, añejas canciones del siglo 19 que están
adaptados a la línea de la banda, que si bien no agregan demasiado terminan
siendo un detalle de color que en absoluto desentonan en el balance final.
The Prelude Implicit es sin duda un gran
regreso, donde la banda le da a la genética de su sonido una impronta de absoluta vigencia que le permite reivindicar su propia historia, con una dignidad a toda prueba 10/10.
KANSAS - 2016 - Richard Williams, Billy Greer, Zak Rizvi, Phil Ehart, Ronnie Platt, David Manion, David Ragsdale |
En estos días, la banda estará arrancando una gira donde además de presentar The Prelude.., homenajeará a ese clásico de 1976 a 40 años de su edición, llamado Leftoverture y que en su momento los consagrara como una de las bandas icónicas de los 70.
Seguramente será un momento único donde la leyenda fusionará cuatro décadas de sonidos legendarios y ojalá el hijo descarriado continúe el camino a estas tierras, aunque mas no sea, una vez más.
A 40 años de Leftoverture, en Octubre arranca la gira donde conmemoran el disco imprescindible de su carrera |
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